Hay un hombre azul
que se está muriendo
Tiene escamas
antiguas de otros mundos
Y es azul como el
misterioso verso
Con ojos que se
apagan en tristeza
En melancolía pura
sin remedio.
El hombre azul
vaga por los canales
De todos los recuerdos,
busca aliento
En memorias
felices que abundaron
En todas las vidas
de cada tiempo.
Pasan sonrisas
resonando besos
Pasa una anciana
de mantilla blanca
Palpando unas
cuentas, recita un rezo
Una lágrima
perlada se asoma
Y forma un espejo
de seres buenos
Reflejados a la
luz de un candil
Antiguo sirio y
lucero impregnado
De un misterio profundo
y de un incienso
Con aroma único para
cada alma.
El hombre azul lo
aspira y sabe bien
Que es el suyo, su
galaxia le llama.
Llega la hora y se
habrá de desnudar
Llega la hora y se
habrá de conjugar
En el ser que sabe
es de otro mundo.
El hombre azul lo
sabe y lo han soñado
Sus musas, sus
hadas, sus ninfas todas
Que le han llorado
en sus sueños estrellas
Para el camino,
para su sendero
Por si acaso pasa agujeros negros
En ese viaje inter
dimensional
Le resplandezcan más
los universos
Y todos los mundos,
los paralelos
Que al fin tocará
pulsando las almas
Esferas de
estrellas que le esperan
Para jugar
armonías, balances
Y contarles como
le fue este viaje
Al planeta azul,
tercero del sol
Que como un terrícola
habitó
El hombre azul que
hoy agoniza y muere
Ciñéndose su
cinturón de Orión.
Muere lento, pero muere contento.
augusto poderes
Copyright © 2021
8/02/21