sábado, 26 de diciembre de 2020

Luz y Peregrino



Cada luz es el camino 

Que por los ojos asoma

Como alas de una paloma

Que revuela su destino. 

Es de la existencia tino

Revolotear de un misterio

En la estación del deshielo

Esa mirada de un niño.

Y en el tiempo de cariño,

Mirada de lo más tierno. 


Hay luz, semilla en invierno

Cosecha de una existencia 

Que rinde su reverencia

Al final de su trayecto.

Cada estación el aspecto

Lo trabaja, lo endereza

O lo tuerce que parezca

Arcilla del Alfarero.

Y entre el primero y postrero

Viene el verano y la siega.  


El verano es el fulgor 

Y olvido de las quimeras

Las musas que eran primeras

Se pierden por la pasión.

Y se enciende la razón

Entre risas y botellas,

Entre el baile y tantas vueltas 

El tiempo se escurre al reloj.

Y el olvido nos dejó

En un otoño sin fiesta.


Es la estación penúltima,

La cruel que llega sin pena

Y la vida que era plena

Seca sus hojas últimas.

Se hace sorda la música 

Reflexiona el alma entera 

Y una lágrima primera

Recuerda la luz del camino.

Tiene luz el peregrino

Que henchido a su invierno llega.

Augustopoderes copyright 2012

viernes, 25 de diciembre de 2020

Mi Regalo

Te regalo los colores

Que recogí en el camino 

Los que separó el destino

Por magia de mil relojes.

Te regalo corazones 

Remendados al azar

Y que vuelven a brindar 

Pues de nuevo se han inflado. 

Te regalo anaranjados

Que ya vuelven a brillar.


Y es que somos los ocasos

Y las albas que se juntan 

Con las hadas que preguntan 

A los duendes los retazos.

De colores que percato 

Como en danzas que entremezclan 

Sincronías que recuerdan 

Precisión de tiempo-espacio.

O el destino que es exacto 

Todo a tiempo siempre llega.


Y a los cierres se abren puertas 

Cual ocaso amaneceres 

Y así siempre llegan seres

Como luz de nuevas vueltas.

En el alma las revueltas 

Se aplacan y se suavizan 

Y al oído un duende avisa

El secreto de su magia.

Que es muy breve la nostalgia 

Pues la aurora ya se avista.


Y entre ocasos y las albas

He encontrado los colores 

Que te brindo como flores

Del jardín que es toda el alma.

Desde el rojo en pura flama 

Al violeta del silencio

Que transmuta cual incienso 

Lo vivido a lo inmortal. 

Pues te quiero regalar 

Colores que llevo adentro.

augustopoderes copyright © 

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martes, 8 de diciembre de 2020

Batiendo

Te haré objeto de mis versos

De mis pinturas y mi arte

Y las musas en el aire

Reñirán plenas de celos. 

Invocaré los espejos

Que reflejan tu belleza 

Que me traigan sin pereza 

El sabor de tus anhelos. 

Y al suspiro de tus sueños 

Aspirarte sin materia.


Capturando en mí tu esencia 

Cual perfume en ungüentario  

Que liberas y sin rastro

Le vuelcas a mi presencia. 

Con deseo y reticencia 

Te guardas y te simulas

Y en mi mente se estimula 

Mutuas ansias de tenernos.

En tu mente puedes vernos 

Cuerpo a cuerpo llama en una.


Invocaré duendes viejos 

Traviesos y laboriosos 

Y con hadas en retozos 

Te llevarán estos versos. 

Hincaré a distancia besos 

Que plañirán tu hermosura 

Y aspirarás la frescura 

Al despertar de otro sueño. 

Y aspirando con empeño 

Te amaré hasta la locura.


Locura que es por el juego

Del regreso a tu vasija

Pues esencia que transita

Por mi mente, tiene cuerpo. 

Ánfora que guarda el fuego 

En curvas de sabrosura,

En sonrisas y hermosura 

¡Oh mi reina de azabache,

De canela y chocolate 

Para batir tu dulzura!

augustopoderes copyright © 

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lunes, 2 de noviembre de 2020

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Yo

Pocas veces en mis versos

Si alguna, he usado el yo

Ese reflejo terrible del ego

Que tanto y en tantos se impone

Y nos desmerece.

Mas hoy

Por ser mi cumpleaños

Y la celebración misma

De un misterio que no acierto

A descifrar en este mismo

Día de los muertos.

Me dijeron que nací

Un dos de noviembre

Aunque siempre sentí

Que ya era eterno

Que había sido adulto

Como quienes me iban revelando

Sus verdades o mentiras

Y no recuerdo

De verdad cuando nací

Y de qué lecho salté un día

A esta vida tan extraña.

Sólo sé que soy sonda

Lanzada a la profundidad

De todos los misterios

A infinitos sin tiempo

Para recopilar información

O quizás para encender recuerdos

De lo que se almacenó

Desde el primer resplandor

A una existencia,

Cualquiera,

Quizás la primera

O una entre tantas

Para mi antojo retornar

Entre las infinitas posibilidades

Del ser que ronda el cosmos,

Las dimensiones,

Los Universos.

Porque al fin, soy sonda

Que se asoma al instante

Este que llaman

Dos once dos cero

Hoy cero dos once dos cero

Secuencia infinita. 101001010000000

Copyright © 2020 augusto poderes

lunes, 19 de octubre de 2020

No hay distancia en el corazón

 


La distancia es ilusión 

De quien vive en desvarío 

Sin saber del corazón.

No es cuestión de la razón,

De las millas la distancia 

Mucho menos de las ansias

No hay distancia si hay amor. 

Vuelan lejos y mejor 

Los hijos con buenas alas.


Y no hay distancias si hay flama

Prendida en el corazón 

Cultivada en la ilusión 

Cultivada en la esperanza. 

Como aves los hijos alzan

Un vuelo hacia el horizonte 

Mejor rumbo, mejor norte

De aquel que surcó primero.

El padre que es buen pionero 

Impulsa el vuelo si es noble. 


Y no hay espacio que sobre 

Para decir se está lejos 

Si el recuerdo es buen consejo

No hay pensamiento que estorbe.

El Amor todo lo absorbe 

Lo transmuta en clara luz 

Es fulgor de gran virtud 

El logro de los anhelos.

No hay distancia y lo veremos 

Somos uno y somos luz.


Y lo saben las miradas

Entre ilusión de los tiempos 

No hay lejanías si no hay miedos 

Entre apariencias lejanas. 

Mas quizás las lontananzas 

Sean distancias de ilusión 

Del tiempo sean la canción 

Que le canta nana al alma. 

Y nos sosiega en la calma 

No hay distancia en corazón.

augustopoderes copyright © 


¡¡¡Feliz Cumpleaños!!!

🎂🎁🎈🎊🎉 


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miércoles, 14 de octubre de 2020

Luz de Nardos

 

LUZ DE NARDOS
Brotan capullos de nuevo
Cansados ya de llorar
Se aprestan pronto a cantar 
Sus flores ya abren al huerto.
Pasaron ya de su duelo 
Y es tiempo al fin de brindar 
La vida es un caminar
De lucha y grandes anhelos. 
Y el nardo que ahora recuerdo 
Florece en la eternidad.

Y no me quiero engañar 
La vida es un ciclo eterno 
Se vive y se sueña bueno
Mas siempre se ha de marchar.
Nacer es garantizar 
Seguro que moriremos 
Y cual semillas seremos 
Sembrados de eternidad.
Y una luz alumbrará 
Cual nardo retornaremos. 

En la tierra moraremos 
Como las plantas de un huerto 
Sembrando también recuerdos 
Siempre algún día partiremos.
Espacios vacíos seremos 
Y olvidos de la memoria 
El tiempo que borra historias
Es viento que barre arenas.
Mas también se lleva penas
Cual nardo voltea la noria. 

Y aquí ya cierro la historia 
Que el día levanta ya
El sol resplandecerá 
El día es luz en su gloria.
De la noche no hay memoria 
Quizás muy vago el recuerdo 
Los nardos florecen de nuevo 
Recuerdan la eternidad. 
Recordando a mi mamá 
Luz de nardo que no ha muerto.
augustopoderes copyright © 14/10/20


viernes, 25 de septiembre de 2020

Amor en el Circo


 ¿No entiendes que no quiero saber nada de ti, que no estés cerca, ni siquiera saber que existes? Por favor aléjate, no te acerques a mí, somos totalmente incompatibles.

            Entonces él sin quitarse aún su zapatos, vestimenta y nariz tan roja de payaso, supo que eso era todo. Ni siquiera tuvo que mutar su sonrisa a la tristeza siempre fugaz. Y sin acariciar ya alguna expectativa dentro de dicha eternidad minutera respecto a aquella señora tan fina y etiquetada, se fue cantando feliz para siempre y nunca más supo de ella y sus infelicidades.

            A lo lejos se le escuchaba todavía a él entonar aquella canción que decía había una vez, un circo que alegraba siempre el corazón...

Copyright © augustopoderes aka angelespada

https://youtu.be/bj79hyNsDgQ

domingo, 20 de septiembre de 2020

Espirales

Dos torbellinos y un mundo 

El de ellos que se han juntado

Y el nuestro que va pensando 

Sobre un encuentro fecundo.

Ha sido el de ellos rotundo,

El nuestro dubita en gracia 

Al encuentro entre galaxias,

Remolinos y espirales.

Entre cuerpos siderales 

Se harán una las galaxias.

augustopoderes copyright © 

20/09/20

 

jueves, 17 de septiembre de 2020

¿Acaso alguna vez viste

Sonrisa de un inmortal 

Que no pudieron matar

Y le quisieron ver triste?

Si fue gorrión ni un alpiste 

Le dieron de alimentar

Privándole de volar

En su verano feliz.

Le procuraron desliz 

Sin saber que era inmortal.


Las flechas y perdigones 

No se hicieron esperar

Envidia y mucha maldad 

Lo atacaron los bribones.

Mas de insulto hizo canciones

Igual que cualquier zorzal

Y del odio transmutar 

En vida lo que fue muerte. 

No fue suerte y se hizo fuerte

Sin saber que era inmortal.


Su sonrisa es permanente 

Ya tocó la eternidad 

Pudo ir y regresar

En silencio entre la gente.

Su secreto seriamente 

Lo guardó para ayudar

Y tropiezos evitar 

A hermanos y a mucha gente.

Pretendiéronle matar

Sin saber que era inmortal.


Quien traiciona es indecente  

Procurando su maldad 

Traiciona quien puede estar

Tan cerca del más decente.

Tenga usted siempre presente 

Cuídese del que al hablar 

Le quiere sin demostrar 

Sin actos y sin presencia.

La sonrisa hablaba ciencia 

Sin saber que era inmortal.


¿Cómo usted ha de saber

Si presencia a un inmortal?

¿En su forma de mirar?

¿O en la sonrisa ha de ser?

Para mí tiene que ser 

La sonrisa de verdad 

Primavera sin igual 

Resurgida del invierno. 

La que volvió de un infierno 

Sin saber que era inmortal. 

augustopoderes copyright © 

17/09/20










 

domingo, 13 de septiembre de 2020

Brandi

Galletitas de Melancolía
Para leerse escuchando Samba Pa ti
https://youtu.be/_MpQ4XOO99E 

Era noche de luna. De esas bien llenas que alumbran con la misma brillantez que muchos días de nubarrones pesados, envidiarían. Mirando a través de la ventana de la alcoba vislumbraba las sombras de árboles que el viento mecía en silbidos de noche para tomarse aquel brandi obscuro que le era indispensable en aquellas noches. Todavía me puedo dar una copa más. Pensaba, mientras veía que la luz del baño del dormitorio seguía prendida y por debajo de la puerta fragancias de jabones finos envueltas en vapores de agua caliente cual neblina se filtraban impregnando con sus aromas el aposento.

Bajó las escaleras y en la sala de estar se sirvió en una taza cual, si fuera una bebida caliente, el remanente de la botella de Felipe II. A sorbos pensaba tantas cosas mezcladas en amalgama de tiempos, recuerdos de luces y sombras cómo iban cociéndose también entre su mente y su paladar al aroma del brandi y los perfumados vapores que impregnaban ya la casa.

Recordaba aquel sueño que le perseguía de toda la vida. La mujer piel canela en fuego, allí sentada a la frescura de un balcón y al chirreo de la madera antigua que al vaivén de la mecedora de caoba dura rechinaba ansiedades ocultas. Ella le sentía como un roce extraño del viento silbante de agujas de pino mientras aspiraba profundamente la fragancia inevitable del árbol que personificaba las ilusiones anheladas. Y en su sueño, él le enviaba caricias de sus manos entrelazadas al viento en aquella distancia. Ella sin darle importancia a nada seguía meciendo fantasías diversas hasta que se quedaba dormida y soñaba en el sueño que le soñaban.

Con brandi en taza que le disimulaba la naturaleza de la bebida, vio que ella bajaba las escaleras en sigilo por si acaso se había dormido no despertarle de sorpresa. Así acostumbraba en casos necesarios, regresarlo del marasmo a la vigilia lentamente con la única suavidad que siempre pudo ella tener. Vestía de camisón de seda blanca que se adhería a todos aquellos recuerdos de piel por él transitada a través de los años. Sonriendo la miró, pero ella no respondió a la sonrisa de su amado sino con una pregunta.

        ¿Qué es eso?  

        Estoy comiendo mis galletitas de melancolía con chocolate espeso. – Entonces ella se rio por tan creativa defensa.

         Sí, claro. No seas bobo.  – Y le señaló también, con dejo melancólico, hacia la escalera que daba a la alcoba. – ¿Quieres ir a la cama?

        A la cama. – Y caminó con ella hasta el aposento.

Entonces recostado ya en el lecho, se quedó mirándola.  Ella de espaldas a él que la observaba, flexionaba contornos sinuosos para despertarle más los deseos de siempre. Excitantemente provocadora, dejó caer la parte superior del camisón hasta la cintura donde era bloqueado por la multitud del contenido pélvico en remeneo rítmico de caderas y glúteos hasta quedar completamente desnuda.

        Ven. – Le dijo entre orden tímida y súplica mientras ella se giraba en cámara lenta dándole idea de como quería que pasara la noche entre ellos.

También él quería que fuera interminable y en complicidad como en los más remotos de sus recuerdos se fueron juntando a la vez que ella se dejaba deslizar sobre él que le extendía la mano suavemente para que descansara sobre su pecho y empezaba a llenarla de besos que le eran correspondidos con dulzura y lágrimas.

        ¿Por qué estás llorando otra vez?

        No te preocupes, me gusta.

        ¿Estás segura?

        Sí, de seguro han sido esas galletas de melancolía que comiste y aún te quedan en la boca.

        Sonrieron juntos e hicieron el amor como nunca, reprimiendo los deseos intensos e infinitos de concluir, guardándose como para el fin del mundo. Se perpetuaron en olas placenteras, hipnóticas trascendiendo sonidos, encendiendo luces, alumbrando la alcoba, estrellando lamentos, gemidos, quejidos en un constante aullido mutuo que espantarían ánimas transitando en aquellas horas. Pero siempre se llega, se alcanza se quiebra el cristal de los cristales inter dimensionales del placer y vienen los besos tiernos, las miradas del alma y el diálogo.  

        ¿Desde cuándo te dio con no aceptar las verdades absolutas e irremediables?  

        Desde que murió mi padre cuando tenía cinco años.  

Ella lo miró compasiva, nunca con pena, le sonrió, le dio un beso en la frente y se fue para siempre. Él entre llanto y suspiros se quedó dormido.

***

                 Él se cree que estoy viva. – Le dijo a la otra muerta, ya en su tumba.

        Y él está más muerto que nosotras que sabemos que lo estamos, pero él ni sabe si vive, si muere, si estás viva o estás muerta. No regreses más y quédate en tu tumba.

Entonces se volteó aquella otra ánima en su tumba y se puso a fornicar el recuerdo de otro vivo al sonido de una samba.

https://youtu.be/_MpQ4XOO99E

Copyright © augustopoderes13 de septiembre de 2020