El Güimo En Su Laberinto

Ricardo Ramos, no está solo. Detrás, a su lado, al frente y por todos lados está rodeado. Literal y figurativamente, el minúsculo hombre se encuentra cercado como güimo en su propio laberinto. Resaltar en estos momentos en la prensa americana y mundial su nombre, como la persona que firma el contrato más oneroso para la AEE y el pueblo de Puerto Rico, no debe ser honor alguno.  No es que sea el más oneroso, es el más tonto que pudo haber pactado funcionario público alguno, de una corporación pública quebrada y con dinero ajeno que estaba aún a distancia .  Nadie puede actuar solo en algo que raye en una absurda tragicomedia como esta. Estuvo acompañado, asistido y asesorado de muchos que hoy tras bastidores se hacen los sonsos y de lejos comentan insulsamente en pretensión distractora. "No importa que sea whitefish, black fish, redfish o golden fish, lo que quiero es que me reinstalen la electricidad." Vaya cinismo y descaro de los que así se expresan, no les importa la corrupción, serían capaces de vender sus almas por el pasajero confort.

Sabemos quiénes componen esa corte, pero hay muchos otros que tiemblan para que no se descorran velos y se descubran sus rostros indecorosos. Imaginemos pues a ese único abogado que es el responsable de dar la opinión jurídica sobre la cual descansará el gran burócrata de la AEE, para proceder con su negocio contractual ya clasificado como el más intrépido del que se tenga registro en los traqueteos gubernamentales. En el mejor y más sano de los casos que nos podamos imaginar:

--Llega tarde.

--Sr. director, disculpe mi tardanza. Usted sabe las condiciones del tiempo, los semáforos sin funcionar, los tapones…usted sabe; acabamos de pasar la mayor catástrofe de la historia.

--Mire abogado, deje eso para la prensa. A mí me importa un carajo esas excusas, que mejor que usted las sé y las practico yo.

--Mire director…

--¡Mire nada! ¿Con quien rayos se cree usted que está hablando?

--Eh…

--¡Eh, nada! ¿Usted se cree que yo no miro el Facebook? Mire, aquí retratado con Jay Fonseca. ¿Qué le pasa?

--Señor director usted me citó para algo de suma importancia.

--¿No me diga? ¡Claro que lo llamé! Usted es abogado, ¿verdad?

--La duda ofende señor director.

--¿Y por qué no me ha dado su opinión sobre el contrato a firmarse con la gente de Montana?

--Porque usted ya lo firmó según me dicen.

--¿Se lo dije yo?

--No, no señor, me lo dijo…

--No me importa quién se lo dijo. No lo he firmado, no lo he redactado, no sé nada, solo sé que estamos haciendo el ridículo, no sé qué otras mentiras decir ante la prensa. Necesitamos dar una sorpresa al pueblo.

--Pues procedamos a contratar lo antes posible, Ellos, los del pescao blanco, dicen que pueden levantar la red eléctrica en pocos meses.

--Abogado, eso es asunto mío, lo suyo es la parte legal. ¿Tiene usted a mano el contrato?

--¿Qué contrato?

--¿Cómo que qué contrato? ¡El de Whitefish idiota!

--Señor, la compañía Whitefish se niega a entregarnos el que ellos redactaron. Pensaba compararlo con un modelo que tengo de la Escuela de Derecho. Saqué A en el curso de Obligaciones y Contratos.

--¡Me imagino ya como fue esa Aahh! ¿De quién será usted hijo para que le dieran contrato de asesor legal?

--Mis padres son compadres de los suyos, por si no lo recuerda.

--No se olvide que aquí el jefe soy yo. Bueno, pero a lo nuestro. ¿Si los de Whitefish no le enviaron copia del contrato y usted no preparó uno, cómo vamos a justificar otra dilación?

--¿Usted no confía en los americanos? Ellos tienen el contrato redactado pero no lo comparten hasta que se firme.

--¿Cuál es su consejo abogado? Dudo que si lo hubiera leído me pudiera asesorar, porque el contrato es en inglés.

--Firme el contrato, Fírmelo.

--¿Está seguro?

--(Dudando) Fírmelo.

Y lo firmó. No tardó mucho en llegar la sorpresa.

--Mire abogado, estamos en boca del Washington Post y de toda la prensa mundial.

--¡Esto sí es sorpresa! ¿Nos tomamos un selfie para celebrarlo? 
--(Pausa) ¨We almost had it all¨
Casi lo Tuvimos Todo...