Llueven Escamas
No cesa la
lluvia y el aire se ha impregnado con olor a la mar, eso es condición
isleña...El sonido precipitado en las hojas de las plantas al lado de mi
ventana donde duermo y sueño, se ha trastornado en chasquido casi metálico y me
imagino escamas multicolores, cayendo y deslizándose para formar la alfombra
que al amanecer encontraré al paso de mis botas que querrán llevarme a
descubrir el nuevo paisaje de la finca. Árboles escarchados de escamas de todos
los colores, desprendiéndose a la más ligera brisa que las lleva a posarse en
vaivén a cada recoveco del campo. El suelo todo, estará bañado de las escamas
desprendidas de tantos peces o sirenas que no llegaron... ¿Serán de sirenas? ¿O
es el deseo de que lo sean, sirenas que dejaron de serlo en la noche de la
tormenta por algún capricho de la magia siempre perpetua para retomar sus
figuras o perderlas, dependiendo de quién observe y su deseo? Yo sé de lluvia
de peces reportados en tantos sitios, son fenómenos extraños de los cuales la
prensa ha dado fe y ha evidenciado. Mas de la lluvia de escamas entre tanta
agua que ha caído de las nubes que renegaron de una simple tormenta de
temporada, nadie ha dado noticia. ¿Quiénes han sido los escamados o las
escamadas? ¿No son de sirenas, tantas escamas, no son de esas que hermosas
cantan y nos envuelven en suspiros que no hacen otra cosa que atraparnos y
llevarnos a las profundidades de sus existencias, donde sin saberlo nos
ahogarán porque no tenemos sistemas respiratorios como los cetáceos o los peces?
Quizás ellas, las sirenas ya comprendan y por eso pocos son los casos que se
advierten de marinos atrapados por esas curvilíneas amigas de la fantasía.
Quién sabe si las hijas de Neptuno por fin comprendieran y advirtiéndole a su
padre también lo convencieran que para hacerse abuelo era necesario dejarlas
tener piernas para salir a caminar en playas y quizás tierra adentro donde
encontrarían no sólo marinos sino hombres que labraran la tierra. Por eso tanta
escama que ha traído esta tormenta, me extraña, sin saberlo me levanté y salí a
ver estragos. El camino todo fluorescente de lentejuelas marinas brillaba
tanto, a pesar que seguía nublado, que
mis ojos se irritaron y fue preciso ponerme mis gafas. Al paso de mis botas
sentía el crujir escamoso, crujiente y hasta llegué a pensar lastimoso pues
sentía quejidos de un rechinar marino como el de los antiguos galeones
españoles. Seguro mi imaginación, por lo que seguí caminando en dirección a la
charca. Allí quizás encontraría la explicación a la lluvia de escamas. Nada,
cuando llegué el riachuelo, llevaba en su corriente toda una capa de escamas
brillantinas y multicolores, igual que el camino todo estaba cubierto del
ropaje de seres acuáticos y; ¿por qué no terrestre? pues también las serpientes
son seres con escamas. Entonces, decidí recoger un puñado de las que flotaban
sobre el agua. Para mi sorpresa las escamas en mis manos tenían símbolos azules
y rojos. Las llevé a la casa para poderlas observar, les tomé fotografías y
amplié la imagen al mayor extremo. ¡Increíble, aquellas escamas todas tenían dibujadas
el signo de una palma azul y el de un sombrero rojo como el de la pava!
Despertando
del sueño apocalíptico de la lluvia que trajo la tormenta que desafortunadamente
para el gobernador nunca llegó, caigo en cuenta que evidentemente no se trataba
de escamas de peces ni de serpientes y mucho menos de sirenas. (Perdonen tanto
serpientes, peces y sirenas por la confusión). ¡Eran escamas de políticos
bipartidistas! De esos que luchan en Puerto Rico por perpetuar la colonia entre
dos bandos de lo mismo, sólo cambian el color de sus escamas los azules y los
coloraos. Las escamas de dos candidatos a gobernador, uno que ya lo es (pez hábil y resbaloso) y espera
revalidar en noviembre y otro (serpiente sinuosa e indescifrable) que aspira aunque está consciente que no tiene capacidad,
pero que por su “look” sería el perfecto candidato para atraer los votos
femeninos, como si las mujeres del país fueran sirenas sin cerebro y sin agallas. Le sobran
las escamas y le faltan las agallas a estos dos políticos pequeños de esta
colonia. El voto del NO el pasado 19 de agosto de 2012 les envió un mensaje
claro y contundente del sector con agallas de este pueblo que no se escama y
que le va a decir NO al bipartidismo el 6 de noviembre pues tienen tres nuevas
opciones y una cuarta, la verde que está por reivindicarse ante su pueblo.
Siempre hay esperanza.
Nota: De
este sueño me percaté que en la política existen escamas de todas clases y que
cuando se acerca el evento electoral pueden llover escamas de todos los colores
y de toda clase marina, reptil y hasta vegetal…En cada candidato se le puede
identificar la clase de escama que lo reviste, en cuanto a tener agallas, los
pobres hasta el día de hoy no las evidencian a excepción de aquellos que se han
atrevido retar a lo ya establecido…Ya veremos…
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