miércoles, 6 de enero de 2021

Mirra


De madrugada llegaron 

Unos magos o unos reyes

Tres eran, con sus presentes 

Y al niño Dios adoraron. 

De sus ánforas sacaron 

Cada uno un gran tesoro 

Mirra, incienso y también oro

Como símbolos de vida.

La virgen agradecida 

Con ángeles dijo a coro:


Les estoy agradecida 

Por los regalos al niño 

Les deseo con gran cariño 

Sean sus almas bendecidas.

Y aunque estoy agradecida 

Y José con su trastorno 

Confundido, lo perdono 

Dije mirra y sólo mira.

¡No es que mires, es que es Mirra!

Le dije con muy buen tono.


Los reyes en alborozo

Se rieron de aquel chiste 

Más callaron al convite

De la virgen al decoro.

Menudo era el alboroto 

Entre reyes y pastores

Y anticipando dolores

Guardaba María la Mirra.

Pues El Niño estaba en mira

Del destino y sus pasiones.


El oro será el sustento 

De la vida material;

El incienso espiritual 

Para el alma y su aposento.

Pero Mirra no comprendo 

Por qué la han de regalar 

Decía María al indagar 

De aquel terrible portento.

Si la Mirra es un ungüento 

Para un cuerpo embalsamar. 


Apretando dentaduras

Todos miraron a un rey

Cuestionaron en qué ley

Fue ordenada de la altura.

Baltasar con gran premura

Unos rollos les leyó 

Y muy bien les recordó 

Que la historia estaba escrita.

Que el destino es cosa estricta 

Pues habrá crucifixión.


Todos traemos la Mirra 

Del amargo y del dolor 

Es símbolo y es amor 

De saber vivir la vida.

Y por eso se precisa

Recordar de la pasión 

Ofrenda que es de dolor 

Para pulir toda el alma.

No brilla nunca una flama

Si no se quema al amor.


La virgen con gran dolor 

Despedía así a los Reyes.

“De arriba vienen las leyes

Y así las asumo yo.”

Entonces allí cantó 

Un gallo la madrugada 

Presagio del que cantara 

A un Pedro su negación.

La existencia es una canción 

Que hoy a los Reyes proclama. 

augustopoderes copyright © 

06/01/21

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